Una copa de vino y unas cuantas letras
Para
animarme un poco he decidido empezar por primera vez con un pedazo de
una canción de uno de mis artistas favoritos, a ver si alguien lo
conoce.
"De repente desperté
y como siempre este maldito mundo,
tan extraño como absurdo,
tan cruel como taciturno,
comenzó a andar del revés. "
(Melendi)
Una vez más ha llegado el momento de
una crisis de rabia o existencial, lo curioso es que pareciera que
las veo venir. Ya sé en qué momento voy a toparme con una montaña
de emociones mezcladas.
Hace 5 meses dejé un país en donde
había crecido por regresar al país en donde nací y a pesar que ya
había hecho escenarios en mi cabeza de lo que podía o no encontrar,
me siento decepcionada, no arrepentida por mi decisión, sino
decepcionada.
Decepcionada porque me siento
extranjera en mi propio país, porque ahora que tengo 26 años y una
mente de adulta, me doy cuenta de todas las cosas que están mal y
que no podré cambiar jamás, eso lleva a provocarme rabia y un
sentimiento de impotencia. Y muchas veces abrazando mi almohada y con
mi madre al teléfono le he preguntado si soy yo la que está mal.
Me siento atrapada, el único lugar en
el que me siento libre es en la casa en la que vivo, que por suerte
es bastante abierta, el aire fluye y no guarda tanto calor. Antes de
poner un pie en la calle es ponerme un manto de fuerzas y ganas,
cuando no debería de ser así. El correr, ya tampoco me libera
porque me he dado cuenta que es salir a molestarme con todos los
acosadores con los que tengo las opciones de 1. ignorarlos (que no me
sale nada bien) 2. darles el típico discurso de las leyes que me
protegen y los derechos que tengo de ser mujer y usar las vías
públicas sin que me acosen de ninguna manera o 3. agredirlos,
dependiendo de la gravedad del acoso.
Las tres opciones ya me tienen
realmente cansada, que he decidido dejar de salir a correr, dejar de
arreglarme y evitar salir a hacer los típicos mandaditos que pueden
esperar para otro día.
Además si a todo el rollo de sentirme
como un pedazo de carne y tener que gastar mis energías con mentes
cuadradas y tercas que no van a cambiar, le agregamos todas las
injusticias y las seguridades que se viven en mi país, creo que va
teniendo un cargo emocional y psicológico que me está pesando un
poco sobre los hombros, mi cuellos y en todo mi cuerpo.
No sé si vine a nacer en un momento en
el que no me tocaba, por más ridículo que parezca, ese pensamiento
me ha pasado mucho por la cabeza. Tal vez mi forma de ver las cosas o
mi forma de pensar está demasiado adelantado a mi época y me está
pasando lo mismo que les pasó a esas mujeres que quisieron dejar de
usar falda y quisieron ponerse por primera vez pantalones. Que en
nuestra época puede sonar ridículo, pero que para ellas fue todo un
reto social. O esas que entendían que hombres y mujeres teníamos
los mismos derechos de elegir a nuestros gobernantes, a un salario ,
a una carrera y simplemente ser respetados como seres humanos.
Y es que vivir en una sociedad de un
país “en vías de desarrollo” me está poniendo un poco enferma
que ya se va notando físicamente. Y no me quejo de haber nacido
aquí, de hecho estoy orgullosa de ser latinoamericana. Lo que me
está afectando es ver como seguimos estancados en una ignorancia
emocional y psicológica alimentada por telenovelas, estúpidos
reality shows, prejuicios y hasta con chismes de vecinos.
Cuando todos los demás países ven
hacia adelante, estamos otros que lo único que seguimos atrasados
porque a nosotros mismos no nos interesa ni siquiera agarrar un libro
e informarnos. Porque las leyes son creadas por personas que no
tienen ni una pizca de idea de la realidad fuera de sus carros y
casas con jardines con piscinas. Donde los trabajadores salen
perdiendo, pero que las empresas llevan siempre las de ganar sin
importar los derechos y la dignidad humana. Y cuando ni siquiera
puedo caminar 10 metros sin que alguien tenga que venir a dar su
opinión sobre mi cuerpo, por ganas de alimentar su ego,
reproducir una “costumbre” o por pura gana de joder.
Y no sé si
mi “visión tan
idealista” es lo que al final me está afectando o si es mi
“despertar realista” que estoy teniendo en esta nueva crisis, que
no la veo tan mala porque algo positivo me estará dejando, la que me
está jodiendo mi primer cuarto de siglo. Ahora entiendo por qué la gente
que ha tenido el mismo "despertar" se vuelve alcohólica, se suicida o
se vuelve antisocial, cascarrabias o se comprar un pasaje a alguna parte
para de cierta forma escapar de esta realidad.
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