El poder del pueblo

El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza.” - Rodolfo Walsh

(Foto: www.soy592.com) 


El Poder del Pueblo 


Hace unos meses atrás, en el balcón de un décimo tercer piso de un edificio, en medio de la ciudad de Guatemala, compartía una taza de té y un cigarro con un amigo, que había venido de España y platicábamos sobre la porquería que hay el mundo y que nuestra propia gente ha permitido. Cuando hablo del mundo, me refiero a todos los sistemas políticos, económicos y sociales en los que vivimos.

Entonces, si sabes que el sistema está mal, ¿cuál crees que sea la solución o en dónde está la solución para romper con él?- Me preguntó.

Bebí un poco de mi taza de té de menta y le dije:
La respuesta está en los movimientos sociales. Si este pueblo, tan dividido, se uniera por un bien común y se olvidara por primera vez de esas etiquetas estúpidas de razas, clases sociales, idiomas y todo lo demás que se te pueda ocurrir, sería posible romper con un sistema o por lo menos hacer un pequeño cambio.-

En ese momento ninguno de los dos, ni nadie en Guatemala se imaginaba que una unión del pueblo guatemalteco estaba tan cerca.

Observar a mis compañeros de universidad y del trabajo, mis amigos y amigas de la infancia, políticos, jóvenes líderes, ancianos, hombres, mujeres, niños y niñas unidos hoy 27 de Agosto del 2015 frente al Palacio Nacional alzando sus voces y haciendo presión para que Otto Pérez Molina, acusado por todo el pueblo de corrupto y ladrón, renuncie a su puesto como Presidente del país, me provoca piel de gallina y una enorme emoción.

Guatemala está siendo hoy una inspiración para todos aquellos que nacimos y vivimos en países latinoamericanos que vienen cargando, desde años, con el peso de la corrupción y los abusos de poder de los “representantes” electos por nuestra ignorancia o ingenuidad y de forma democrática o porque han sabido robarse los votos.

Los mismos países que pasaron por dictadores militares apoyados por poderes extranjeros, que vieron en nuestras tierras una forma de reforzar sus propios sistemas. En donde nuestros antepasados tuvieron que luchar y morir para liberarlos de esas manos, para que ahora nos topemos con falsos políticos que no están más que reproduciendo las injusticias y las burlas contra el pueblo. Pero todo esto, porque nosotros mismos lo hemos permitido.

Y nos preguntamos ¿qué por qué Latinoamérica no ha tenido la oportunidad de desarrollarse como lo ha hecho Europa o Estados Unidos? No porque seamos unos huevones, sino por la poca unión que tenemos dentro de nuestros territorios y por la eterna visión tipo “Princesa de Disney” que nosotros mismos nos hemos metido en la cabeza, esperando siempre que alguien o algo llegue de un país extranjero a hacernos ver que podemos mejorar y que tenemos potencial para crecer. Y a esta visión, volvámosle a agregar lo que ya antes mencioné, esos gobiernos corruptos que han sabido dividirnos como pueblo.

Hay que ser realistas. A todos nos gusta vivir cómodos, a tal punto que a veces llegamos a ignorar esa piedrita en el zapato que nos molesta, con tal de no agacharnos, quitarnos el zapato y sacar la piedra. ¿Qué pasaría si de tanto caminar con una piedra en el zapato, llegamos a desarrollar cayos que nos ayuden a no sentirla, el problema sigue o desaparece? Solamente nos acostumbramos y a pesar de saber que sigue ahí, pero la ignoramos, hasta que a la piedra se le suman otras y nosotros de tanta incomodidad, explotamos.

Y creo que la “explosión” es necesaria, porque solo de esta manera despertamos y nos damos cuenta del tiempo que hemos venido cojeando y lo necesario que es pararnos, sacar la piedra y aprender a caminar de otra forma.
En un país, necesitamos de la unión de toda la población, necesitamos un movimiento social. Nuestro zapato son nuestros países, la piedra esos políticos corruptos, ladrones y mentirosos y nosotros el pueblo unificado capaz de expulsar esa piedra que, aunque parece que solo sirve para joder, nos enseña también que ya es hora de dejar de cojear y buscar nuevas opciones para nuestras sociedades.


- Mar

#27A 

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