Cuando denuncias los acosos





Nadie te está acosando


El día de ayer, jueves 14 de julio 2017 publiqué una video en una comunidad de Facebook que se supone está la mayoría de gente que comparte la misma zona en donde vivo. El video exponía a un grupo de hombres, que a los dos minutos de haber salido del lugar en donde estaba me empezaron a acosar. Cuando yo los enfrenté y los empecé a grabar “nadie había sido” y “nadie había escuchado nada”, una vez más yo estaba loca y lo había imaginado todo. 



La comunidad de Facebook 


Como arriba mencioné, es un grupo que lleva como nombre “Una Carretera Sur segura para todos” y se supone que está la mayoría de personas que vive en esta zona. En el grupo se pueden encontrar publicaciones de diferentes temas, desde post de buenos días hasta ofreciendo sus productos y servicios. A mí me parece genial, porque si las redes sociales están para acercarnos unxs a otrxs en el mundo digital y compartir ¿por qué no usarlas? 

En ocasiones anteriores (si mal no recuerdo tres veces más) hice publicaciones sobre los acosos sexuales que sufro todos los días que salgo de mi casa. Me ha servido para identificar más o menos un número de personas que se sienten igual que yo, en su gran mayoría, por supuesto son mujeres de todas las edades. En mi última publicación de un acoso que sufrí a las 7:00 a.m. de un viernes, a los 3 minutos de haber salido de mi casa, muchas personas dijeron que expusiera a los acosadores porque así más gente los identifica y hasta se puede ayudar a saber en dónde trabajan y poner la queja en la empresa. Al fin y al cabo, se supone que este grupo está para apoyarnos entre vecinos. 

Bueno, ayer subí finalmente un video en donde expuse a mis acosadores. Y ¿cuál fue mi sorpresa? Una variedad de comentarios negativos, de burla, algunos violentos y de acusaciones de que prácticamente yo me lo buscaba por cómo me vestía, que eso no era acoso, que hay algo peor que un “piropo de un albañil”, que era una exageración y que hasta la publicación era digno de llevarlo al programa de “Laura en América” o la “Rosa de Guadalupe” (esto me dio mucha risa). Además cuando una persona que por lo visto, no encontró argumentos para defender su posición ante el acoso callejero, publicó, algo que a mi parecer, es un ataque de desprestigio hacia mi persona porque se tomó el tiempo de ver mi foto de perfil y juzgar mi “jeans apretado” como manera “provocativa de vestir” y hasta me dijo que prácticamente daba “mucho de qué hablar” en mi trabajo. Además usó una publicación en donde yo daba mi postura sobre la comunidad LGBT y cómo estaba "a verga" de la gente homofóbica, algo que no tenía nada que ver con el asunto del Acoso Callejero. (Abajo el screenshot y no, no oculté su nombre porque así como dice él, tenemos derecho a saber quién publica). 





“No es piropo, es acoso sexual callejero”

Es lo que digo y repito y seguiré haciendo cada vez que alguien me “chifle” como si fuera un perro u otro animal, me diga lo “rica y buena” que estoy al pasar, me voltee a ver como si fuera un pedazo de carne o un objeto con quien quitarse sus ganas sexuales o fantasear, me intenten tocar e invadir mi espacio personal y mi derecho a caminar libremente en la calle. Lo seguiré repitiendo hasta que dejen de sexualizar mi cuerpo y dejen justificar el acoso con la manera de vestir de la víctima y dejen de decir que ella se lo buscó por x o y razón.
Así como muchas personas no entienden como en mi cabeza cabe que un “chiflido” sea un acoso, yo no entiendo por qué no les cabe en su cabeza que yo tengo derecho de usar los espacios públicos así como lo hacen los hombres, sin que nadie me moleste y tenga que dar su increíble “opinión” sobre mi cuerpo, como me veo, como camino y hasta de cómo estoy existiendo en ese momento. 




Vos con tu opinión y yo con la mía

Genial que exista variedad de posturas hacia este tema del acoso sexual callejero y que quieran verlo como “piropo” pero sepan defenderla con argumentos válidos y que convenzan a otros sin tener que irse a lo personal y señalar con el dedo con información, que en un momento de ver cómo hacen quedar mal a otra persona, no viene al caso. 

Nos han educado diferentes y las sociedades sigue avanzando gracias a nuevas ideas y maneras de ver la realidad que nos rodea, nos guste o no. Existen países en donde hombres y mujeres podemos caminar por la calle sin importar lo que llevemos puesto y a nadie le importa un carajo. Y a pesar que muchas veces las violaciones y acosos son justificados con la ropa que la víctima vestía, finalmente están habiendo personas que se dan cuenta que si ella no quiere ser acosada, por qué va a acosar, que si ella quiere que se respete, tiene que respetar, que si ella tiene derecho por qué la otra persona no debería de tenerlos. 
Así como hay personas que a pesar de no estará de acuerdo que un “piropo” es acoso y saben defender su postura. Hay otras que buscan solamente comentar por comentar y echar más leña al fuego para ver cómo los demás reaccionan y demostrar que pueden ganar a pesar que no tengan nada con qué contribuir para mejorar la situación. Estas personas se alimentan de querer hacer quedar en ridículo a otra persona, generalmente son violentas y disfrutan ver sufrir a los demás. 

Muchas veces he visto comentarios en diferentes grupos, no solamente esto, que a mí me parecen de lo más ridículos, pero no por eso me he metido a atacar al que lo publicó. Lo ignoré y seguí adelante porque no tenía nada que agregar, ni nada con qué contribuir. 





Denunciá y seguí denunciando

Las autoridades en un país machista, como lo es Nicaragua no se toman en serio la denuncia de este tipo. Hasta a los casos de violación le dan la vuelta y ponen a la víctima como la causante de los hechos. Son ellas las que provocaron al violador o al acosador, son ellas las que vestían con mini faldas y shorts que enseñaban media nalga, son ellas las que caminaban moviendo demasiado las caderas. Y al momento de poner una denuncia de violación, la victima debe de revivir una y otra vez esa experiencia que le marcó la vida con las preguntas, las dudas y todas las pruebas que debe de presentar para que su caso sea considerado una violación. 


Todas tenemos dudas y a veces nos da miedo denunciar por reacciones de la sociedad. Vamos a ser atacadas y tachadas de exageradas, locas y se nos señalará y atacará de la forma que nos haga sentir culpables por haberlo hecho público. Yo también lo tengo a veces, pero mis ilusiones y ganas de caminar tranquila por la calle son mayores y me animo a usar las redes sociales para mostrar la cara de los acosadores y avisar a mis amigas, compañeras o vecinas que nuestra zona no está libre del acoso y nuestras hijas, sobrinas o nosotras mismas podemos ser un posible blanco. 

Estoy dispuesta a aceptar ataques, comentarios criticando mi postura y llamándome loca, feminazi y otras palabras carentes de sentido y hasta ignorantes, todo porque espero que algún día en Nicaragua las mujeres no tengan que estar teniendo los mismos sentimientos y temores al salir a la calle y que no tengan que seguir luchando por una causa que debería de haber quedado en la época medieval.

Comentarios

  1. Hola Mar. Creo que ya te mencioné una vez que pienso que nunca terminará esto del acoso callejero. Me da pena decirlo pero así lo creo. No soy alguien optimista. No puede terminar porque la sociedad lo alimenta todos los días. Cómo no van a sexualizar tu cuerpo en la calle si en todos los medios se utiliza a la mujer como un objeto sexual. Si mientras tú y otras alzan la voz, valientes, hay miles que exhiben las tetas y el culo por redes ofreciéndose como objetos.
    Yo soy voyeur. Me gusta mirar a una bella mujer o un cuerpo estético, de preferencia de lejos, sin joder, porque sé que las miradas también joden. Y a veces volteo para ver de nuevo eso que me ha parecido tan maravilloso, y la verdad es que no me importa que alguien piense que soy un pervertido por ello. Y no creo poder dejar de hacerlo nunca. Pero quisiera que hubiera leyes con castigos severos para quien se atreva a transgredir a una mujer, que hubiera penas que hicieran a los degenerados pensársela un poquito al menos antes de intentar hacerle algo a una mujer. Y también. claro, que la justicia trabajara como debiera, y no como lo hace.
    Bueno, te dejo mi apoyo desde acá.
    Abrazos

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