De muros y otras pavadas



“Nuevas generaciones crecerán con el veneno que los adultos no tienen el valor de eliminar.”- Marian W. Edelman 



A los seres humanos siempre nos ha gustado el dividir las cosas, especialmente si se trata de dividirnos a nosotros mismos. Desde mucho antes que existieran muro físicos, en nuestras mentes ya empezábamos a ver la relación que hay entre la división y lo que creemos que es mejor. 


Una de las “propuestas” más mencionadas, del ahora presidente de Estados Unidos, es el famoso muro que pretende extender a través de toda la frontera entre “su país” y México. Con el fin, una vez más, de dividir. Dividir lo que el clasifica de malo y terrorista de lo que es bueno al punto de llegar a “great”. 


Pero dejemos de ser hipócritas, no solo él tiene esa idea estúpida de dividir a las personas. Nosotros lo hacemos todos los días y lo hemos hecho a través de la historia, solamente que no lo queremos ver, ni nos gusta aceptarlo. En nuestra vida diaria estamos acostumbrados a clasificar a las personas y a etiquetarlas según lo que nos convenga, o nos agrade o le agrade al grupo al que pertenecemos. 


En el sistema que vivimos lo vemos a diario, en la historia que hemos construido lo hemos hecho una y otra vez, en nuestros países lo seguimos reproduciendo todos los días. Desde el momento en que tenemos un prejuicio sobre alguien porque es diferente, porque se viste diferente, porque tiene una religión diferente, una orientación sexual diferente, un partido político diferente, una nacionalidad diferente, un acento diferente o ideas diferentes, estamos haciendo exactamente lo que Trump y otros antes de él, han hecho.



Nosotros mismos nos estamos diviendiendo, clasificando y creyendo que somos mejores que otros. Lo más ridículo de todo, es que somos de la misma especie. ¿Nacidos en diferentes lugares del mundo? Sí. ¿Hablando un idioma diferente? Sí. ¿Con un tono de piel diferente? Sí. ¿Con influencias religiosas diferente? Sí. ¿Con diferente oportunidades en un sistema construído para competir entre nosotros mismo? Sí. ¿Menos o más humano? Creo que no. 


Quitate todo esa ropa que llevas puesta, todo ese lujo que te hace creerte mejor, todo ese dinero que te hace querer comprar hasta el aire, todos esas oraciones al cielo buscando perdón por todos tus errores que volves a cometer al terminar de arrepentirte, quitante ese maquillaje, esos zapatos de marca, esos cartones ganados en las universidades. Quedate sin nada de prejuicios y etiquetas y date cuenta de que al final vivis de lo mismo que yo, aire, agua y comida y que estás compartiendo un mismo hogar. Que la división solamente está en tu cabeza. 


Si de verdad querés ser mejor que todos los demás, empezá a ser mejor ser humano con los que te rodean, con tu comunidad, con el país donde vivís. No te tienen que caer bien todos o no tenes que caerle bien a todos, solo dejá de creer que realmente sos mejor, porque no lo sos. Por ese pensamiento tan pobre es que seguimos eligiendo líderes falsos, que no representan más que nuestro vacío y estupidez humana. No necesitamos nuevos muros para seguir estando divididos, son suficientes las ideas xenófobas, racistas, clasistas y sexistas para segirnos destruyendo como especie y seguir creando más Trumps que vengan a sumar ladrillos a los ya construídos.  

Comentarios

  1. Hola Mar, bellla entrada, los seres humanos ponemos demasiadas fronteras en nuestra mente, siempre seprando, pocas veces uniendo, así nos va...
    Gracias, pasa buen día, besos rebeldes..

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    Respuestas
    1. Gracias por leer Don Vito :) creo que de todas las especies, somos los más malos porque podemos decidir serlo o no y la final decidimos por serlo. Abrazos hasta donde te encontrés.

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  2. Partes de buenos fundamentos para argumentar la similitud entre el muro y nuestro actuar cotidiano. Me parece muy interesante tu estilo crítico.

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